Historia y Valores


Se dice que “hablando se entiende la gente”, pero es fácil confirmar que el diálogo no siempre funciona para conciliar posturas encontradas sobre un mismo fenómeno.
Desde una conversación de pareja o familiar hasta una reunión con colaboradores de una corporación, surgen con frecuencia malentendidos (e incluso disputas) completamente opuestos al propósito original y con consecuencias indeseables.
Las palabras son el lenguaje más común, pero los sentidos que éstas pueden tomar no son tan comunes ni explícitos, debido a la amplia variedad de elementos que intervienen en la comunicación y que pueden ser interpretados de distintas maneras.
Con el fin de facilitar el entendimiento entre interlocutores con visiones distintas de la vida y de sus fenómenos, y tras largos años de estudio de disciplinas como la filosofía, la antropología, la comunicación, la psicología, la neurociencia, el arte y la historia establezco la oficina de asesoría Comunicación Esencial y Relaciones Humanas (CERH).
CERH favorece la expresión auténtica del ser en su esencia a través de una diversidad de conocimientos adquiridos tras décadas de estudio de diversas disciplinas del saber y el proceder humanos.
Con más de veinte años de estudio y de práctica profesional, a nivel personal, público y corporativo, en temas de bienestar y comunicación humanos, nace este proyecto con un propósito superior: construir un mundo mejor.
Los recientes cambios en la forma de convivencia a nivel mundial establecen retos importantes no sólo en nuestro comportamiento sino en nuestra concepción del mundo. CERH plantea opciones para la preservación del bienestar humano, con base en la comunicación y principios de coexistencia.
Nuestros valores

Consciencia:
Saberse una parte fundamental de la totalidad.

Belleza:
Capacidad para admirar lo que hace bien.

Determinación:
Disposición a tomar decisiones.

Confianza:
Tranquilidad y esperanza en el futuro.

Gratitud:
Reconocer el bien y el apoyo recibido.

Gusto:
Fuerza y aliento emocional.

Dignidad:
Valor y amor propios.

Templanza:
Tendencia al equilibrio.

Humildad:
Reconocer las limitaciones propias.

Generosidad:
Dar, ayudar, ofrecer sin condición.
